TRISAGIO A LA SANTÍSIMA TRINIDAD
Ofrecimiento del Trisagio
Te rogamos, Señor, por el estado de la Santa Iglesia y Prelados de
ella; por la exaltación de la fe católica, extirpación de todas las herejías;
paz y concordia entre los príncipes cristianos; conversión de todos los
infieles, herejes y pecadores; por los caminantes, agonizantes; por las
benditas almas del Purgatorio y demás piadosos fines de nuestra Santa
Madre la Iglesia. Amén.
V. Bendita y alabada sea la santa e individua Trinidad, ahora y siempre, y
por los siglos de los siglos.
R. Amén.
V. Señor, abre mis labios,
R. y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, Gloria al Eterno Hijo, Gloria al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén. Aleluya.
En Cuaresma se dice:
V. Alabanza sea dada a Ti, Señor,
R. Rey de la eterna gloria.
Acto de Contrición y Ofrecimiento
Amorosísimo Dios Uno y Trino, en Quien creo, en Quien espero, a
Quien adoro en Tres Personas distintas, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Yo me
alegro y me regocijo de que seas Dios, y el único Señor, tan Sabio, Justo,
Santo y Poderoso, que de la nada lo haces todo: lo que vive, se mueve y es
lo que tiene que ser. Yo te ofrezco lo que me diste, entregándote como a
mi dueño legítimo y único Señor, mi vida,
mi salud, mis fuerzas y sentidos, mi
cuerpo de tierra, mi inestable corazón, y
mi alma que creaste a tu imagen y
semejanza; imagen que con mis culpas he
borrado, cambiándola por los horribles
monstruos de mis viles apetitos, que ha
deformado el mundo mentiroso, con mi
carne tan viciada, volviéndome así
esclavo del demonio e imagen suya por el
pecado.
Pero sabiendo Señor, y confesando
que Tú eres el único y verdadero Dios a
Quien se debe todo respeto, toda
sumisión, obediencia, honra, gloria y
todo amor, me vuelvo y me entrego a Ti y
con la mayor confianza me ofrezco a tu soberana justicia, por la que te
pido perdón y misericordia, porque de todo corazón detesto, aborrezco y
rechazo todo aquello con que Te he ofendido hasta ahora, desde que
perdí la gracia que Te dignaste darme en el sacramento del Bautismo por
el que Te doy, y siempre quiero darte, las debidas gracias, apreciando sobre todo el inmerecido honor de ser cristiano. Y como tal, dejando a
Satanás, renuncio a sus engaños, sus vanidades, sus pompas y sus obras.
Me esforzaré para que todos Te conozcan, Te amen y Te sirvan, y
para que sea destruido y aniquilado cuanto disgusta y ofende a tu infinita
santidad. También prometo amarte, bendecirte, alabarte y adorarte
mientras viva, esperando poder hacer esto en compañía de tus
bienaventurados en el Cielo por toda la eternidad. Amén.
Himno
Ya el sol ardiente se aparta, y así, ¡oh luz perenne!, unida, infunde
un amor constante a nuestras almas rendidas.
En la aurora te alabamos, y también al mediodía, y pedimos que te
hagamos en el Cielo compañía.
Al Padre, al Hijo y a Ti, oh Espíritu de vida, ahora y siempre sean
dadas alabanzas infinitas. Amén
ORACIÓN A DIOS PADRE
También a nosotros, ¡oh Señor!, nos
has llamado a la existencia y nos has
puesto entre Ti y las cosas. Según tu
modelo nos has creado y nos has dado
parte en tu soberanía. Tú has puesto en
nuestras manos tu mundo, para que nos
sirva y para que completemos en él tu
obra. Pero hemos de estarte sometidos, y
nuestro dominio se convierte en rebelión y
robo si no nos inclinamos ante Ti, el único
que lleva la corona eterna y eres Señor por
derecho propio.
Maravillosa, ¡Oh Dios!, es tu generosidad. Tú no has temido por tu
soberanía al crear seres con poder sobre ellos mismos y al confiar tu
voluntad a su libertad. ¡Grande y verdadero Rey eres Tú!
Tú has puesto en mis manos el honor de tu voluntad. Cada palabra
de tu revelación dice que me respetas y te confías a mí, me das dignidad y
responsabilidad. Concédeme la santa mayoría de edad, que es capaz de
aceptar la ley que Tú guardas y de asumir la responsabilidad que Tú me
transfieres. Ten despierto mi corazón para que esté ante Ti en todo
momento, y haz que mi actuación se convierta en ese dominio y esa
obediencia a que Tú me has llamado.
¡Oh, Padre Eterno!, fuera de cuya posesión, yo no veo otra cosa que
tristeza y tormento, por más que me digan los amadores de la vanidad.
¿Qué me importa que diga el sensual que su dicha es el gozar de sus
placeres? ¿Qué me importa que también diga el ambicioso que su mayor
contento es el gozar de su gloria vana? Yo, por mi parte, no cesaré jamás
de repetir, con tus Profetas y Apóstoles, que mi suma felicidad, mi tesoro
y mi gloria es el unirme a mi Dios y mantenerme inviolablemente junto a
Él. Amén
Con el Coro Celestial de los Serafines:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de los Querubines:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de los Tronos:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
ORACIÓN A DIOS HIJO
¡Oh Verdad Eterna!, fuera de la
cual yo no veo otra cosa que engaños
y mentiras: ¡Oh, cómo me parecen
mentirosos y falaces los discursos de
los hombres, en comparación de las
palabras de vida con las cuales Tú
hablas al corazón de aquellos que Te
escuchan! ¡Ah! ¿Cuándo será la hora
en que Tú me tratarás sin enigma y
me hablarás claramente en el seno
de Tu gloria? ¡Oh qué trato! ¡Qué
belleza! ¡Qué luz!
¡Tú eres Señor, mi descanso, mi
felicidad, mi acción de gracias, mi
correspondencia y mi único amor! Yo no tengo virtudes, pero Tú las tienes
todas y eres mío, divino y humano. Contigo tengo para pagar mis deudas,
para desagraviar a la Divinidad ofendida con mis pecados, para
purificarme e irme al cielo.
¡Oh Verbo Divino de mi vida, de mi existencia, de todo mi ser; que
me absorbes, que me sumerges dentro de Ti! Yo no tengo más amor que
Tú, mi Sumo Bien, mi vida, mi cielo, mi querer. Y todos los otros amores,
grandes en los límites de la criatura, puros y legítimos en su procedencia,
santos y divinizados con tu contacto, a Ti también te pertenecen. Amén.
Con el Coro Celestial de las Dominaciones:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de las Virtudes:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de las Potestades:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
ORACIÓN A DIOS ESPÍRITU SANTO
¡Oh Amor! ¡Oh Don del Altísimo, centro de las dulzuras y de la
felicidad del mismo Dios! ¡Qué atractivo para un alma el verse en el
abismo de Tu bondad y
toda llena de Tus
inefables consolaciones!
¡Ah placeres engañadores!
¿Cómo han de poder
compararse con la mínima
de las dulzuras que un
Dios, cuando le parece,
sabe derramar en un alma
fiel? ¡Oh! Si una sola
partícula de ellas es tan gustosa, ¿cuánto más será cuando Tú la derrames como un torrente sin medida y sin reserva? ¿Cuándo será esto, ¡oh mi
Dios!, cuándo será?
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
Amén.
Con el Coro Celestial de los Principados:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de los Arcángeles:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Con el Coro Celestial de los Ángeles:
Padrenuestro y 3 veces:
R. Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están el cielo y la
tierra de Tu gloria.
V. Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.
Antífona
A Ti, Dios Padre Ingénito; a Ti, Hijo Unigénito; a Ti, Espíritu Santo
Paráclito, Santa e Individua Trinidad, de todo corazón Te confesamos,
alabamos y bendecimos. A Ti se dé la gloria, por los siglos de los siglos.
Amén.
V. Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Alabémosle y ensalcémosle por todos los siglos.
Oración:
Señor Dios, Uno y Trino; danos continuamente Tu gracia, Tu caridad y
la comunicación de Ti, para que en el tiempo y en la eternidad Te amemos
y glorifiquemos. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, en una Deidad,
por todos los siglos de los siglos. Amén.
Deprecación Devota a la Beatísima Trinidad
A las siguientes invocaciones respondemos: Toda criatura te ame y
glorifique.
Padre Eterno, omnipotente Dios, R/.
Verbo Divino, inmenso Dios, R/.
Espíritu Santo, infinito Dios, R/.
Santísima Trinidad y un solo Dios verdadero, R/.
Rey de los cielos, inmortal e invisible, R/.
Creador, conservador y gobernador de todo lo creado, R/.
Vida nuestra, en quien, de quien y por quien vivimos, R/.
Vida divina y una en tres personas, R/.
Cielo divino de celsitud majestuosa, R/.
Cielo supremo del Cielo, oculto a los hombres, R/.
Sol divino e increado, R/.
Círculo perfectísimo de capacidad infinita, R/.
Manjar divino de los Ángeles, R/.
Hermoso iris, arco de excelencia, R/.
Luz primera y triduana, que al mundo ilustras, R/.
A las siguientes invocaciones respondemos: Líbranos, Trino Señor.
De todo mal de alma y cuerpo, R/.
De todos los pecados y ocasión de culpa, R/.
De tu ira y enojo, R/.
De repentina y de improvisa muerte, R/.
De las acechanzas y cercanías del demonio, R/.
Del espíritu de deshonestidad y de sugestión, R/.
De la concupiscencia de la carne, R/.
De toda ira, odio y mala voluntad, R/.
De plagas de peste, hambre, guerra y terremoto, R/.
De tempestades en el mar o en la tierra, R/.
De los enemigos de le Fe Católica, R/.
De nuestros enemigos y sus maquinaciones, R/.
De la muerte eterna, R/.
Por Tu unidad en Trinidad y Trinidad en unidad, R/.
Por la igualdad esencial de Tus Personas, R/.
Por la alteza del misterio de Tu Trinidad, R/.
Por el inefable nombre de Tu Trinidad, R/.
Por lo portentoso de tu nombre, Uno y Trino, R/.
Por lo mucho que Te agradan las almas que son devotas de Tu Santísima
Trinidad, R/.
Por el gran amor con que libras de males a los pueblos donde hay algún
devoto de Tu Trinidad amable, R/.
Por tus santas inspiraciones por las que los devotos de Tu Santísima
Trinidad reconocen los demonios contra si, R/.
En cada petición respondemos: Te rogamos, óyenos.
Que acertemos a resistir al demonio con las armas de la devoción a Tu
Trinidad, R/.
Que hermosees cada día con los coloridos de Tu gracia, Tu imagen que
está en nuestras almas, R/.
Que todos los fieles se esmeren en ser muy devotos de Tu Santísima
Trinidad, R/.
Que todos consigamos las muchas felicidades que están vinculadas para
los devotos de esa Tu Trinidad inefable, R/.
Que al confesar nosotros el misterio de Tu Trinidad se destruyan los
errores de los infieles, R/.
Que todas las almas del Purgatorio gocen mucho refrigerio en virtud del
misterio de Tu Trinidad, R/.
Que Te dignes oírnos por Tu piedad, R/.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, líbranos, Señor, de todo mal. (Se
repite tres veces)
Obsequios y Ofrecimientos
1.- ¡Oh beatísima Trinidad!, te doy palabra de procurar con todo
esfuerzo y empeño salvar mi alma, ya que la creaste a tu imagen y
semejanza y para el cielo. Y también por amor tuyo procuraré salvar las
almas de mis prójimos.
2.- Para salvar mi alma y darte gloria y alabanza, sé que he de guardar
la divina ley. Te doy palabra de guardarla como la niña de mis ojos, y
también procuraré que los demás la guarden.
3.- Aquí en la tierra, me ejercitaré en alabarte, y espero que después lo
haré con más perfección en el cielo; y por esto, con frecuencia rezaré el
Trisagio y la alabanza: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Y también
procuraré que los demás Te alaben. Amén.
Gozos Para el Trisagio de la Augustísima Trinidad
Dios Uno y Trino,
a quien tanto Arcángeles, Querubines,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
A Ti, inmensa Deidad,
individua en tres personas,
clamamos, pues nos perdonas
nuestra miseria y maldad:
por esa benignidad
en su misterioso
canto
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Interminable bondad,
suma esencia soberana,
de donde el bien nos dimana,
Santísima Trinidad:
pues Tu divina piedad
pone fin a nuestro llanto:
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
El Trisagio que Isaías
escribió
con grande celo,
le oyó cantar en el cielo
a angélicas jerarquías:
para que en sus melodías
repita nuestra voz cuanto
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Este Trisagio sagrado,
voz del Coro celestial,
contra el poder infernal
l
a Iglesia le ha celebrado:
con este elogio ensalzado:
que en fe y amor adelanto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
De la súbita muerte,
del rayo, de la centella,
libra este Trisagio,
y sella a quien le reza y advierte,
que por esta feliz suerte
en este mar de quebranto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Es el Iris que en el mar,
en la tierra y en el fuego,
en el aire ostenta luego
que nos quiere libertar:
Por favor tan singular
de este prodigio y encanto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Es escudo soberano,
de la divina Justicia,
y de la infernal malicia
triunfa devoto el cristiano:
y como el demonio ufano
huye
de terror y espanto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
En Tu bondad me fundo,
Señor, Dios fuerte e inmortal,
que en el coro celestial
cantaré este himno jocundo;
pues en los riesgos del mundo
me cubrís con vuestro manto,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Dios Uno y Trino a quien tanto
Arcángeles, Querubines,
Ángeles y Serafines dicen:
Santo, Santo, Santo.
Oración
Omnipotente y Sempiterno Dios, que Te dignaste revelar a tus
siervos en la confesión de la verdadera fe la gloria de Tu eterna Trinidad, y
que adorasen la unidad, en Tu Majestad: Te rogamos, Señor, que por la
fuerza de esa misma fe, nos veamos siempre libres de todas las
adversidades y peligros. Por Cristo Señor nuestro. Amén.