viernes, 28 de noviembre de 2014

ESCUCHEMOS A NUESTRO MAYOR COMPAÑERO DE RUTA - SAN MIGUEL ARCANGEL




¡ORAD HERMANOS POR LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO, PORQUE ELLAS NECESITAN DE VUESTRAS ORACIONES, AYUNOS Y PENITENCIAS, PARA PODER SER LIBERADAS!

Noviembre 24 de 2014 8:10 a.m.
LLAMADO URGENTE DE SAN MIGUEL A LOS HIJOS DE DIOS

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, GLORIA A DIOS, GLORIA A DIOS, GLORIA A DIOS

Hermanos, preparaos, no dilatéis más vuestra conversión, apresuraos y retomad cuanto antes el camino de la salvación, porque cuando menos lo penséis os vais a encontrar en la eternidad; os pregunto insensatos: ¿Qué le responderéis a mi Padre cuando lleguéis a su presencia? No continuéis diciendo que nada pasará, porque os digo, que todo cuanto está escrito se cumplirá y muchas almas por su falta de fe y compromiso van a vivir una experiencia muy dolorosa en su paso por la eternidad. ¡Qué tristeza que tengan estas almas que conocer el dolor para madurar en la fe y no volver a poner en duda la existencia de Dios!.

Orad hermanos por las benditas almas del purgatorio, porque ellas necesitan de vuestras oraciones, ayunos y penitencias, para poder ser liberadas. Hay millones de almas que llevan muchos años de vuestro tiempo en el purgatorio, porque nadie se volvió a acordar de orar por ellas. Hay almas que solo necesitan que ofrezcáis por ellas una Santa Misa, un Santo Rosario o una obra de caridad, para salir del purgatorio; esas almas están en un lugar de espera, se les llama las almas en espera; acordaos de ellas en vuestras oraciones para que puedan gozar de la gloria eterna.

Hay otras almas que necesitan ser perdonadas por sus familiares o por personas aquí en la tierra para poder ir subiendo a los diferentes estados del purgatorio; si alguno de vosotros recibió alguna ofensa por parte de alguna de estas almas, yo Miguel, os pido, que por caridad la perdonéis para que puedan beneficiarse de todas las Santas Misas que se ofrecen en el mundo por el descanso eterno de las almas. La falta de perdón aumenta el tiempo de purificación en el purgatorio; acordaos hermanos que el mundo espiritual es muy diferente a vuestro mundo terrenal. En la eternidad impera la justicia divina y todas vuestras malas acciones aquí en la tierra deben ser reparadas en los diferentes estados del purgatorio.

Como guardián de las almas, le pido a todos aquellos que andan por este mundo sin Dios y sin ley, a que recapaciten y retomen cuanto antes el camino del amor, perdón y reparación, para que cuando lleguen a la eternidad no tengan que pasar una larga estadía en el purgatorio. Hay muchas almas en las profundidades del purgatorio que no se condenaron por la misericordia de mi Padre; almas que en esta vida no se acordaban de Dios, ni de su prójimo y pasaron por este mundo haciendo el mal; pero a la hora de su muerte alcanzaron unas a arrepentirse, otras por las oraciones de sus familiares, especialmente sus madres no se perdieron y otras tantas por las oraciones de las almas penitentes y gracias a ellas, no se condenaron. Estas almas están en las profundidades del purgatorio, que es un lugar de gran purificación y completa oscuridad donde las almas luchan con sus propios demonios para purificarse. Demonios a los cuales les abrieron puertas en este mundo y de no ser por la misericordia de Dios estarían condenadas. Os pido pues hermanos que oréis también por estas pobres almas para que puedan ser liberadas de este lugar de tormento y puedan alcanzar el gozo eterno.
Hay otras almas que se encuentran suspendidas en el tiempo, son las almas cautivas que no han podido liberarse de este mundo, porque murieron antes del tiempo señalado por la voluntad divina o tenían apegos en esta vida y las sorprendió la muerte aferradas a sus cosas materiales o a sus familiares. Estas almas debéis de entregar en la oración y muy especialmente en el momento de la elevación en la Santa Misa, para que puedan llegar a la eternidad.

 Hay otras almas que no estaban preparadas para morir y todavía viven aferradas a este mundo, su conciencia espiritual se niega a marcharse y vagan entre vosotros; orad por ellas para que puedan encontrar la luz y descansar en santa paz.

No abandonéis hermanos a las almas del purgatorio, acordaos que mañana podéis ser vosotros los estéis en su lugar; tened caridad e interceded por ellas, porque el cielo las está esperando y solo son liberadas si vosotros oráis, ayunáis y hacéis penitencia por ellas en este mundo.
Que la paz del Altísimo os acompañe siempre, hombres de buena voluntad.

Vuestro Hermano y Consejero, Miguel Arcángel. Gloria a Dios, Gloria a Dios, Gloria a Dios. El honor y la gloria para el que está sentado en medio de querubines.

Dad hermanos a conocer este mensaje a toda la humanidad.



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