Santo Ángel de la Guarda, que desde el
principio de mi vida me fuiste dado para mi protección y compañía, yo, pobre
pecador, quiero consagrarme a ti, en presencia de mi Dios y Señor, de María, mi
Madre celestial, y de todos los Ángeles y Santos. Quiero hoy vincularme a ti
para nunca separarme.
En esta íntima unión contigo: “Prometo ser
siempre fiel y obediente a mi Dios y Señor y a la Santa Iglesia. Prometo
proclamar siempre a María como mi Reina y Madre, y hacer de su vida el modelo de
la mía. Prometo confesar mi fe en ti, santo Protector mío, y promover
celosamente la devoción a los Ángeles, que son protección y auxilio, de modo
especial en estos días de tinieblas y lucha espiritual por el Reino de Dios”.
Te pido, Santo Ángel de la Guarda, toda la
fuerza del amor divino, para que yo sea en él inflamado.
Te pido todo el valor de la fe para que nunca
yo vacile.
Te pido que ésta mi íntima unión contigo sea
para mí escudo protector contra todos los ataques del enemigo.
Finalmente te pido, Santo Ángel de la Guarda,
la gracia de la humildad de la Santísima Virgen para que, imitándola en esa
virtud, sea yo preservado de todos los peligros, y por ti guiado a la Patria
celestial. Amén.
Oremos. Dios omnipotente, concédenos el
auxilio de tus Ángeles y espíritus celestiales a fin de que por ellos seamos
preservados de los ataques de Satanás, de modo que, por la Preciosa Sangre de
Jesucristo y la intercesión de la Santísima Virgen María, libres de todos los
peligros, podamos servirte en total fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de
los siglos. Amén.
Letanías de los Santos Ángeles
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre, Creador de los Ángeles,
ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Señor de los Ángeles,
Dios Espíritu Santo, Vida de los Ángeles,
Trinidad Santa, Delicia de los Ángeles,
Santa María, Reina de los Ángeles,
ruega por nosotros.
Todos los coros de los espíritus
bienaventurados, rogad por nosotros.
Santos Serafines,
Santos Querubines,
Santos Tronos,
Santas Potestades,
Santas Dominaciones,
Santos Principados,
Santas Virtudes,
San Miguel Arcángel,
ruega por nosotros.
Vencedor de Lucifer,
Ángel de la fe y de la humildad,
Preservador de la santa unción,
Patrono de los moribundos,
Príncipe de los ejércitos celestiales,
Acompañante de las almas de los difuntos,
San Gabriel, ruega
por nosotros.
Santo Ángel de la Encarnación,
Fiel mensajero de Dios,
Ángel de la esperanza y de la paz,
Protector de los siervos de Dios,
Guardián del santo bautismo,
Patrono de los sacerdotes,
San Rafael Arcángel,
ruega por nosotros.
Ángel del Divino Amor,
Vencedor del maligno enemigo,
Auxiliador en la gran necesidad,
Ángel del dolor y de la curación,
Patrono de los médicos,
Patrono de los caminantes y viajeros,
Grandes Arcángeles Santos,
rogad por nosotros.
Ángeles del servicio ante el trono de Dios,
Ángeles del servicio a los hombres,
Santos Ángeles Guardianes, auxiliadores en
nuestras necesidades,
Luces en nuestra oscuridad,
Apoyos en todo peligro,
Exhortadores de nuestra conciencia,
Intercesores ante el trono de Dios,
Escudos de defensa contra el enemigo maligno,
Constantes compañeros nuestros,
Segurísimos conductores nuestros,
Fidelísimos amigos nuestros,
Sabios consejeros nuestros,
Ejemplares en la obediencia,
Consoladores en el abandono,
Espejos de humildad y pureza,
Ángeles de nuestras familias,
Ángeles de nuestros sacerdotes,
Ángeles de nuestros pastores,
Ángeles de nuestros niños,
Ángeles de nuestras naciones,
Ángeles de la Santa Iglesia,
Todos los Santos Ángeles,
Asistidnos... en la vida
Asistidnos... en la muerte
En el cielo... os lo agradeceremos.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del
mundo,
ten misericordia de nosotros.
V. Dios dio a sus Ángeles para que cuiden de
ti.
R. Para que te guarden en todos tus caminos.
Oremos. Dios omnipotente, concédenos el
auxilio de tus ángeles y espíritus celestiales a fin de que por ellos seamos
preservados de los ataques de Satanás, de modo que por la Preciosa Sangre de
Jesucristo y la intercesión de la Santísima Virgen María, libres de todos los
peligros, podamos servirte en total fidelidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu
Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de
los siglos. Amén.
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